Sur de la Maliciosa invernal

Primera rutita del año! Después de la faena de la niebla en la Peña de la Cabra había ganas de quitarse la espinita del mal tiempo. Y que mejor que una subida a la Maliciosa tras una nevada histórica que ha dejado a la montaña y los ríos en estado de gracia. La montaña lucía bella ya desde la base así que sin  más dilación nos pusimos a andar a buen ritmo rumbo hacia la vertiente sur de la Maliciosa, más concretamente el valle del arroyo de la Jardinera, donde se encuentra el embalse de la Maliciosa y donde transcurre el Kilómetro vertical por el cual subiremos nosotros.

Ya nada más bajarnos del bus comenzamos a pisar nieve, en poca cantidad, pero que haya nieve en estas altitudes augura lo que nos vamos a encontrar en lo alto. Los tres primeros kilómetros son muy amables y suaves que se realizan por pista forestal. En ellos vamos remontando el arroyo de la Jardinera hasta la altura del embalse; desde ahí cogemos una pequeña senda que sale a la derecha en el que comienza la verdadera diversión jeje.



Nada más salir del pueblo los caminos ya estaban totalmente nevados, casi dan ganas de traerse los esquís y todo!




Una vez adentrados en lo profundo del valle te das cuenta de que éste no es un lugar cualquiera...


Cada vez el terreno va cogiendo más pendiente y más nieve pudiendo avistar al fondo el embalse de Navacerrada, el monte Abantos y Cueva Valiente


A medida que nos acercábamos la cara sur de este magnífico pico iba mostrando su lado más imponente. A esta altura la nieve ya cubría medio metro y se hacía bastante difícil la subida...


Pronto nos dimos cuenta de que no nos daría tiempo a subir a la cima si queríamos llegar a una hora razonable abajo. La nieve abundaba en una cantidad que no habíamos visto en años por esta zona.


Así que con la idea de que no íbamos a llegar a la cima decidimos desviarnos para subir a uno de los riscos situados en la zona conocida como "Los asientos". Las condiciones no estaban de nuestra parte pero aún así se hizo bastante disfrutona, y es que la misma nieve que no nos permitía avanzar rápidamente hacía lucir a la montaña de una belleza única no vista en mucho tiempo. Tras estar vislumbrando un rato el idílico paisaje nos pusimos en marcha de vuelta por el mismo camino que habíamos venido con la ventaja de que el camino ya lo habíamos marcado anteriormente en la nieve.

Pronto nos situamos de nuevo en el piedemonte, ya eran las 6 de la tarde y empieza a ocurecer rápidamente pero ya solo quedaban los 3 kilómetros por pista que no suponieron ningún problema, así que a eso de las 6:45 ya estábamos en el pueblo esperando al autobús y soportando el frío como podíamos pero una vez entrados en el bus volvimos a la comodidad. Poco tardé en dormirme y cuando me desperté ya había llegado a Moncloa dispuesto a recargar energías para el próximo día.

Y eso es todo por hoy! Una ruta bastante dura físicamente para los kilómetros que son y más cuando está nevada pero que guarda una belleza apasionante en sus valles y laderas escondidas. Espero que os haya gustado y nos vemos en la próxima!

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