Trail Run por Mataelpino: Tactika Trail

Tras unas intensas jornadas por los Montes de Toledo tocaba volver a mi amada Sierra de Guadarrama que esta vez parecía estar esperándonos con un hermoso manto blanco bajo un cielo despejado. El madrugón fue notable pero la ocasión lo merecía y es que esta vez no sería tanto una ruta de montaña sino un entreno de Trail por el recorrido de la carrera de Mataelpino que pertenece al circuito de la tactika trail. Es un circuito de 20 km que discurre por una zona bastante desconocida para el público general. Empieza en el pueblo y tras unos tramos de terreno poco elevado y unos pocos cruces de arroyos nos ponemos directos dirección a la cuerda de los Porrones. El camino hasta llegar al collado es suave el principio y bastante empinado a medida que vas cogiendo altura, siendo el tramo final bastante empedrado y técnico. 


Una vez arriba dejamos atrás la solanera de la cara Sur apenas dotada de vegetación arbórea para pasar a un ambiente totalmente distinto. El día estaba siendo increíblemente bueno para ser todavía febrero, no obstante en los descansos para reagruparnos había que ponerse alguna que otra capa para no quedarse frío...


Desde arriba se visualizaba un bellísimo panorama de toda la Pedriza con sus moles graníticas emergiendo de la meseta...


Todo ello unido a la abundante nieve de los grandes picos hacía que en ocasiones dudáramos de si corríamos por Guadarrama o por las Montañas Rocosas de Norteamérica.



Y a poco que te vayas de las zonas más concurridas de la sierra encuentras fácilmente los verdaderos pobladores de esta zona, ya declarada parque nacional desde 2013. 


Y por supuesto no podía faltar el majestuoso buitre, guardián de los aires y los riscos más inaccesibles.





Que bella que es la transición de la nieve al bosque pasando de unas condiciones adversas a otras idóneas para la vida...


La bajada es larga y disfrutona yendo todo el tiempo metido en un denso pinar hasta llegar a la vega del Manzanares donde se situa el famoso parking de Cantocochino. Paramos un poco de nuevo a reagruparnos y disfrutar de la Pedriza que ahora teníamos sobre nuestra mirada. Justo al fondo a la izquierda se sitúan las torres de la Pedriza, el punto más alto de la zona con más de 2000 metros de altura.


A la vuelta nos dirigimos hacía el mismo collado de la ida pero esta vez por otro camino más alejado de la cuerda. El primer tramo es bastante corrible hasta ya entrar en una zona de zetas en la que el camino se empina progresivamente hasta enganchar de nuevo con el camino de antes. Tras eso quedaba una buena bajada por un terreno del que mejor no quitar el ojo hasta llegar de nuevo al pueblo donde aprovechamos para descansar un rato en el bar y charlar sobre la vida ¡que no todo iba a ser correr! La ruta es muy bonita aunque quizá un poco larga para aquellos que quieran hacerla andando. En cualquier caso siempre es una alegría poder conocer nuevos sitios acompañado de un grupo genial como es el Trailxtrem team! Que sigais pasando grandes ratos en la montaña y nos vemos en la próxima!

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